martes, 17 de enero de 2017

Saranda y vuelta a casa

Tres días en un apartamento a pie de mar es un autentico lujo a esta altura del viaje. Necesitábamos descansar, reponer energías y ordenar la ropa y la mente. Teníamos la intención de recorrer sus bonitas playas, pero pronto tuvimos que desistir. La media era de 30 kmh. Cualquier playa que quisiéramos visitar era un mínimo 3 horas de ida y 3 de vuelta.. Nos quedamos un poco plof, visitamos algunas pero no eran las que teníamos en mente. Para otra vez será. Eso si, pescamos, nos bañamos, bebimos y comimos muy relajados, y ya estábamos preparados para la vuelta, que no era cosa baladí.

La caravana la habíamos dejamos en las inmediaciones del camping Ksamil cuyos dueños son encantadores y el sitio es de lo mejor de la zona. La recogimos y pusimos rumbo a Igoumenitsa, Grecia, desde donde cogeríamos el Ferry rumbo a Bari (Italia). Teníamos muchas expectativas en este viaje ya que elegimos la opción camping on board, es decir, podíamos dormir en nuestra caravana sobre la cubierta, cruzando el mar Jónico (la mística fenicia me embargaba!!!!!) 

La frontera Albano-griega la cruzamos sin dificultad, rapidamente nos asentamos en una playa cercana al puerto a dejar que el día transcurriera y a esperar la hora de salida (a las 24 h). Pero pronto las cosas no salieron como pensábamos. Grecia, o lo poco que la conocimos, no nos pareció muy interesante, las playas abarrotadas, los restaurantes caros y muy muy concurridos, la espera no nunca es agradable. La jornada de regreso siempre estas pendiente de volver, no de disfrutar, ademas estábamos muy cansados y los virus estomacales empezaron a afectarnos.

- Tiramos para el puerto y esperamos allí tranquilitos ??

- Vale, así no estamos pendientes de horarios y embarques.

Pues dicho y hecho; 5 horas antes que el Ferry zarpara allí estábamos en la colal, los segundos, dispuestos, en rampa de subida. Que sitio tan poco amigable. Oju. Cristina mala devolviendo, los niños agotados y yo que quería hacer cosas y no había nada que hacer.

Cuando llegó el ferry subimos muy ilusionados pero bueno, tampoco era para tanto. La cubierta era semi cubierta y los sitios pegados a la borda ya estaban ocupados. Paramos en mitad de otras autocaravanas, furgonetas y camiones y sin dilación nos echamos a dormir. Como temblaba la caravana!!!!!

Al día siguiente llegamos a Bari. Llegar a Italia siempre es un placer. Subimos por la costa y antes de llegar a Pescara buscamos un camping. Descansamos y a la playa, que por cierto son privadas, cena y a reponernos que mañana seguimos de ruta.

Al despertar la rutina de siempre, desayuno, recoger, enganchar la caravana y a tirar millas. Un buen paseo hasta Civitavecchia, al norte de Roma. Alli cogimos otro Ferry rumbo a Barcelona. 

Por cierto en el ferry ya mi cuerpo dijo basta y me dio una colitis como a los niños chicos. Que mal rato.

En Barcelona nos quedamos unos días visitando a la familia y luego pusimos rumbo al Sur. Que ya esta bien lo que acaba bien.

To be continued....

Nota: 
Kilómetros recorridos: en coche 8.000 y en Ferry 2.000
Consumo de gas oil. No lo he calculado. Que mas dará
Presupuesto. Pues tampoco. Bosnia, Albania y Montegro son muy baratas. Croacia y Eslovenia, como en España. Italia y Grecias mas caras.










miércoles, 9 de noviembre de 2016

Del lago Ohrid a Saranda

Después de una apacible conducción de dos horas, llegamos al lago Ohrid, en Macedonia, uno de los lagos mas antiguos del mundo y cuna del cirílico. Nos quedamos en el Camping Rino, "feel like home" decía. Acampamos pegados al lago donde nos recibió un precioso cisne. La zona es el destino estrella del turismo macedonio, el entorno es muy bonito y el lago, precioso; por lo que hay turismo, gente, tiendas, restaurantes, problemas para aparcar; lo normal del turisteo en agosto. 

Disfrutamos y aprovechamos un poco del gentío, la comida local yl las compras, no sin haber dejado olvidada la tarjeta de crédito en un cajero. Menos mal que el civismo y el buen hacer de la oficina bancaria lograron que la recuperara.

De vuelta a Albania, dirección sur, llegamos al monasterio Sveti Naun, del siglo X, donde vivió el santo Cirilo, creador del alfabeto cirílico. Un sitio de parada obligatoria lleno de historia, pero también de turistas y una zona de ocio donde te puedes bañar, comer, comprar, .... una mezcla extraña.

El destino final era el camping Farma Sotira, abajo del todo de Albania, cerca de Grecia. Una ruta dura y solitaria, donde se alternaban buenas carreteras con otras que vivieron tiempos mejores e incluso 30 kilómetros de carretera desaparecida. A estas alturas de viaje estamos cansados, las horas de conducción, la cantidad de días transcurridos, la infinidad de paisajes, gente y vivencias pasan factura. El camping es lo único decente en bastantes kilómetros a la redonda y parada obligatoria de muchos viajeros.

Al día siguiente queríamos llegar a Gjirokaster, preciosa ciudad patrimonio de la humanidad, pero teníamos que afrontar 80 kilómetros, los cuales necesitaban 7 horas de conducción por una carretera mala y, según comentan otros viajeros,  con nada interesante que ver.

Ya no podíamos más, abandonamos la ruta y fuimos directamente a Ksamil, en la costa, por Grecia, evitando las "carreteras" albanesas. Alli hay un pequeño camping familiar, al lado de la playa, donde pudimos reponernos un poquito gracias a la hospitalidad de los propietarios y la brisa marina, que es una maravilla.

Lamentablemente solo estuvimos una noche en el camping, ya que habíamos reservado un hotel para los últimos días en Albania. Dejamos la caravana pegada al camping y pusimos rumbo al hotel.

Que ganas teníamos de volver a las comodidades olvidadas!!!!!

To be continued...


















Fotos casi no tenemos, me imagino que falta de energías.

To be continued...

viernes, 5 de agosto de 2016

A Valbona. Un ferry y la tortuga

A las 12 teníamos reservado el ferry que va desde Koman a Fierze. Así que nos pusimos en marcha sin demora. Después de unas dudas iniciales encontramos la carretera buena para llegar. Lo de "carretera buena" es por que es la que nos llevaba a nuestro destino. Era un autentico desastre, rota, con baches, cráteres y piedras. Y nosotros encima con prisas. Un lío pero que solventamos con dignidad.


Llegamos a la entrada de un túnel, que parecía tallado en piedra a mano, custodiada por dos guardas de seguridad con sendas metralletas AK47. Al salir del túnel, 1.000 metros cuadrados, 20 coches, gente, locura y sabor a aventura. Desayunamos e intentamos que en medio de este descontrol no nos quedáramos sin sitio en el barco. 



Finalmente zarpamos y empezamos a navegar por un pantano/rio, en medio de las montañas, con la tripulación harta de dar miles de instruciones para que cupieran mas coches en el ferry, cuya capacidad era de 15 coches y habría mas de 40, y los pasajeros, casi todos locales, bebiendo y bailando con la música a todo volumen. Como para aburrirse!!!!!!



Al llegar a Fierze rumbo a Valbona, sin mas dilación, nos pusimos en busca de un camping que teníamos apuntado en nuestro cuaderno de viaje. Al llegar a la zona nos comentaron que no, que con la caravana no se puede ir donde pretendíamos. Así que buscamos una alternativa, una vez más un restaurante con jardín. Allí nos plantamos y disfrutamos de un entorno idílico, quizás el más bonito del viaje.



Es un precioso circo glaciar, rodeado de bosques y montañas. No tardamos en recorrerlo y disfrutar de su gastronomía, sus gentes y sus bosques. Un lugar imprescindible



Después de dos noches nos dirigimos al Lago Ohrid, pero nos comentaron que necesitábamos una noche en el camino. No teníamos noticias de ningún camping en la ruta, con lo que partimos con la grata inquietud de no saber que nos depararía el día.



Vaya día!!!! después de 5.000 curvas y 5 horas, sin cruzarnos con ni un solo coche, ni una casa, ni una persona, solo habíamos recorrido 80 kilómetros!!!!!. Incluso creíamos que habíamos tomado una carretera equivocada. Los ánimos estaban muy cansados y teníamos por delante 100 km más ya que pretendíamos dormir en Pheskopi. Estábamos desinflados.



De repente en mitad de la nada, una tortuga de casi dos palmos, al lado de la cuneta. Paramos, la miramos, y sentimos que era una señal, que nos daría suerte y fuerzas para continuar, que a partir de este momento todo iba a ir a mejor. Me recordó a la tortuga de Momo, igual era ella. 



No nos equivocamos con las sensaciones, a partir de ese momento todo iba mejor, los ánimos entonados, supimos que el camino era el correcto, la meta estaba mas cerca y la carretera mejoraba, un poco, pero mejoraba.



Llegamos a Peshkopi casi de noche, preguntando a los locales por un camping que vimos anunciado en un cartel. Nadie lo conocía, incluso nos dijeron que durmiéramos en la gasolinera jejeje. Pero llegó una mujer inquieta, hospitalaria y decidida despejando al personal, indicando que había un hotel a las afueras y que allí podríamos dormir. Incluso nos invito a su casa a tomar café, invitación que declinamos con su lógica comprensión, ya que necesitábamos descansar. La tortuga nos la puso en el camino.



De repente otro cartel de camping, saliendo de la ruta, con dirección a los suburbios de la ciudad.



- Vamos a probar, que la tortuga nos sigue protegiendo.



Dicho y hecho. El camping era una casa con jardín, con huerto incluido, regentado por una familia con abuelos, hijos y nietos que nos hicieron sentir como uno más. Una gente encantadora, amable, hospitalaria, humilde y generosa. Emilio y Martina rápidamente se pusieron a jugar con los nietos, divirtiéndose y comunicándose con una sencillez que me recordaban a otros tiempos. Mejor no podíamos estar. 



A la mañana siguiente nos costó partir; charlas, intercambio de fotos, comida y mas juegos. Pero el lago Ohrid nos esperaba.



¿quien duda ahora que la tortuga era nuestra guía, nuestro talisman?


















To be continued...




martes, 2 de agosto de 2016

Camino a Plav y primeros pasos en Albania

Otra vez en marcha. Deshicimos el bonito camino, parando a coger diminutas fresas silvestres, camino a Plav, ciudad fronteriza con Albania. Pero antes queríamos parar en el Parque Natural de Biogradska. Implicaba un pequeño rodeo, pero mereció la pena. Un precioso bosque de hayas rodeando un lago, un lugar con un punto mágico que solo la lluvia nos impidió visitar con plenitud. La lluvia, la tormenta, el diluvio universal. Carreteras con una cuarta de agua, qué enfadados estaban los dioses por aquí!!!! Apretamos los cuerpos y seguimos con cautela. Poco a poco se fue dispersando y unas horas mas tarde llegamos a Plav.

-          Tengo apuntado que el camping Gusinje Krojet tiene buenos servicios.
-          Que bien, nos hace falta una buena ducha, que olemos a caballo y fresas del bosque.
-          Decidido. Pero… no aparece en nuestros mapas y aparatos tecnológicos.
-          Preguntando se llega a Roma.
-          Vamos a intentarlo.

El camping… un restaurante, regentado por una mujer ruda, seria y distante, con un prado donde estaban las ovejas y sin ninguna instalación. Un simpático camarero, cincuentón y parlanchin, nos hizo sentir que la ducha podría esperar. Y las vistas a la montaña no tenían precio. Plantamos la caravana y disfrutamos del entorno, que al día siguiente  teníamos una etapa dura,  marcada con una X en nuestro planning.

Un buen desayuno, despedida cariñosa de los trabajadores del camping, incluso de la ruda propietaria y rumbo a la frontera.

Tal y como la cruzamos, dos casetillas con una barrera y un solo policía, se acabó el asfalto. Así, sin paños calientes, del tirón. Estábamos en Albania.

La pista estaba destrozada, con agujeros enormes. Al ritmo del tran – tran, disfrutando de un sitio que se nos antojaba bastante aislado recorrimos sus 20 kilómetros. De nuevo el equipo humano y rodante de diez. Cuando nos dimos cuenta estábamos sobre una magnifica y solitaria carretera. Qué bien, ya queda menos para el Lago Shkoder, teníamos ganas de descansar, ducharnos y recomponernos.

Pensando en la bonita ruta que acabábamos de hacer, de repente, en una curva aparece un mercedes a toda velocidad invadiendo el carril contrario, vamos, nuestro carril.

Piiiiiii Piiiiiiiiii sonaba el claxon del toyota. Frené en seco.

El conductor con cara descompuesta pierde el control y pummmmmm. Miro por el espejo retrovisor y veo como salen despedidos muchísimos trozos de plástico.

-          Cris, le han dado a la caravana, le han dado a la caravana !!!! (me faltó decir meidei meidei)
-          Me cag….. en sus muert……..

Nos bajamos temiéndonos lo peor. El conductor borracho con unas pintas terribles, en medio de los nervios y la lógica discusión intentando revisar los daños. No eran para tanto, podríamos continuar el viaje, un poco de cinta americana y a juí. Nos despedimos de ellos, con una falsa sonrisa pensando en nuestros adentros que a ver si el conductor coge la gonorrea como penitencia a su imprudencia.

Nos dejó un poco tocados, lógico, pero había que continuar. Cuando llegamos al camping y entramos, nos relajamos. Tiene un entorno idílico, con un césped gigante, a pie de lago, con sombrillas, bar y un buen ambiente de viajeros. Lo necesitábamos. Aquí estuvimos un par de noches, recomponiendo los cuerpos, la caravana, la ropa y los ánimos. Hacia falta y mucha.

Dejamos Shkoder rumbo a Valbona, otra X en nuestro mapa, que pena, cada vez nos quedan menos por recorrer en los Balcanes.











To be continued...

domingo, 31 de julio de 2016

Destino Biogradska: Noche mágica

Biogradska es el segundo bosque mas antiguo de Europa, con lo que se nos antojaba imprescindible su visita, con la intención de dormir donde nos indicaron los italianos. Pues en marcha!!!!!

Unos cuantos puertos altos de verdad, carreteras sinuosas, empinadas y túneles que casi no cabían los camiones (tenían que ir por el medio, invadiendo el carril contrario, si no, tocaban el techo) llegamos a Kolasin. Cogimos una pequeña carretera y luego empezó la pista, embarrada y con buenos baches y agujeros, pero el toyota y la caravana mostraron sus buenas aptitudes. Cuando nuestro destino aparecía ante nuestros ojos, a 200 metros, un lugareño nos dijo que nanai, que si íbamos no íbamos a poder volver si llovía, que la cuesta es muy mala. Así que nos ofreció dormir al lado de su casa, pegados a la pista. Dicho y hecho. Plantamos la caravana mirando a las montañas, entre vacas, ovejas y caballos a 1800 metros de altura, sin electricidad, ni na de na.

La incertidumbre siempre cierne sobre nuestras cabezas en estas situaciones, pero las dudas se despejaron en un periquete. La casa es un refugio de alpinistas, nos invitó a entrar y rápidamente nos invitó a unas cervezas, licores y comidas típicas de la zona. Se presento un chaval, Miki decía llamarse.

Poco a poco se fueron presentando mas locales, un guarda forestal con la escopeta, un señor mayor, grande con su ¿nieto?, con bigote, barriga y manos enormes que imponía, pues es el jefe de los guardabosques, que vigilan la caza furtiva y el dueño del Eco Katun Vrajak (nuestro destino inicial). Empezaron a contar historias sobre como se vivía en la zona, con nuestro simpatico traductor a todo tren. El ambiente era real, sin florituras ni adornos. Nosotros con los oídos y ojos sin parar de absorber lo que ocurría a nuestro alrededor. Me recordaba a las noches en el Atlas marroquí. La gente humilde de montaña me sigue cautivando. Nos fuimos a la cama con una felicidad que nos embriagaba

Al día siguiente Miki, que es instructor de caballos y organiza rutas a los turistas, nos comentó que si los niños querían dar un paseo montado en uno de sus caballos. Como nos íbamos a negar!!!!!!

Un paseo precioso con Martina y Emilio montado en Macca, el caballo, con la yegua siguiendonos silenciosa, pues no se separaban. Al finalizar el paseo le quisimos pagar, pero nos dijo que con las caras de felicidad de los niños era suficiente. Siempre me descoloca la generosidad de las personas mas humildes.

Con pena nos despedimos, con un pellizco sabiendo que habíamos disfrutado de un sitio mágico y unas gentes autenticas, pero la ruta sigue y Biogradska nos esperaba. 

Sería ésta la noche de las noches del viaje? Veremos que nos depara Albania.













To be continued....


viernes, 29 de julio de 2016

Bahia de Kotor. Perast: imprescindible.

Unas cuantas montañas más tarde llegamos a la Bahía de Kotor. Un fiordo al sur de Europa. Nos instalamos y sin perder tiempo nos fuimos al chiringuito a bañarnos y tomar un refrigerio. Que maravilla de sitio, una bahía rodeada de montañas, con sus habitantes planteando su vida cara al mar. Nos quedaríamos viviendo aquí unos meses, pescando, bañándonos, disfrutando del entorno. 

Al día siguiente fuimos al precioso pueblo de Perast, todo de piedra, el mar a sus pies, y una tranquilidad que te inundaba los sentidos. Nosotros rápidamente nos acoplamos a ritmo de aquí y disfrutamos de la mejor actividad en vacaciones, no hacer nada pero disfrutar del momento. No sabíamos lo que nos esperaba al día siguiente!!!!!

Nos despertamos y fuimos a Budva, a la playa. Un domingo, con eso lo digo todo. Trafico brutal, turistas a tope, hordas de ellos, parking llenos, complicado y prometiendo no volver nunca jamás. Así que la copiloto, que es un seguro en estos asuntos, dice: Vamos a Sveti Stefan. "Pallá" que fuimos. Una playa de rocas con una pequeña isla unida con un puente y un restaurante que hizo las delicias de todos nosotros. Yo incluso me atreví con una dorada salvaje (creía que no había mejor pescado que el Cádiz, que equivocado estoy, maldito chovinismo!!!) Que bien estuvimos para lo complicado que se presentaba el día.

Viendo que los próximos días nos esperaba una ruta dura, cambiando de sitio cada noche, al levantarnos nos planteamos que íbamos a pasar una jornada de asueto. Dicho y hecho. Chiringuito, baños, relajación, que necesitábamos coger fuerza y ánimos, que a estas alturas del viaje merman bastante rápido.

Nos despertamos y nos dirigimos a un sitio que nos recomendó una pareja de italianos, en mitad de la montaña a 1.800 metros después de un buen trozo de pista. Con la inquietud lógica de ir a lo desconocido emprendemos el rumbo al sitio, se llama Eco Katun Vranjak, en la zona del P.N. de Biogradska. A ver qué pasa. Ya comenté que los mejores y peores planes surgen de la improvisación.

Alea Jacta est.

To be continued....