Mostar y cataratas Kravice

Mostar, modelo de convivencia entre las religiones, símbolo de pacificación y reconstrucción de Bosnia - Herzegovina, con el icono de su famoso puente, 
Stari Grad y un destino que a priori justifica un viaje como este, no fue como esperaba.

La emoción nos embargaba, íbamos a visitar la ciudad y cruzar su famoso puente. El puente de Mostar fue destruido en la guerra de los Balcanes y unía el barrio musulmán y el cristiano. Su reconstrucción representaba la nueva Bosnia - Herzegovina y sus restos fueron recuperados del fondo del río. Aparcamos y empezamos a recorrer sus calles. Sólo había tiendas y mas tiendas, de productos chinos, turcos, vamos, de todos lados menos autóctonos. Bastantes turistas pero no abarrotado (fuimos por la tarde para evitar aglomeraciones). Se evidenciaba una falta de autenticidad que clamaba al cielo.

Eso si, el puente tiene un sentimiento especial al cruzarlo. Se quedará guardado en la memoria.

Al dia siguiente fuimos a las cascadas Kravice. Te puedes bañar junto a sus bonitas cascadas y pasar un rato muy agradable entre la gente local. Lo del baño es una quimera, el agua está helada, pero bueno, Emilio fue valiente y luego se quedó pajarito media hora.

De camino al camping paramos en el precioso pueblo de piedra de Pocjtel. Visitamos una mezquita donde estaban rezando el Imán, un hombre y una mujer. El hombre me invitó a compartir el rezo con ellos, que amablemte decliné. Luego me dijo que creía que era musulman. (creo que me mitemizo demasiado allá donde vamos)

Hoy partimos al Parque nacional de Sudjesku. Nos espera una zona salvaje y aislada. Lobos, osos y otros bichejos aparte de nosotros. No se quien tendrá miedo de quien.

We don´t forget but we forgive for ever

To be continued...