De Tolmin a Bled, agua y montañas.

Llego el agua. 

Dicen que la virgen de la cueva vive por estos lares. Cualquier camping deja de ser idílico en el momento que empieza a llover. Te levantas, todo enfangado, y cualquier cosa cuesta mucho trabajo. Poco a poco nos vamos acostumbrando y empezamos a planificar el dia. 

Decidido, nos vamos al lago Bohinij y vuelta en autotren. Carreteras de montaña, paisajes preciosos, de cuento, y el lago dicen que bonito, que con la lluvia y niebla no pudimos ver mucho. 
Cristina empezó a encontrarse mal, febril y con dolor de garganta. Aguanto bien el tirón y otra vez a correr que se va el auto tren. El autotren es un tren que subes el coche y tu vas montado dentro, evitándote subir el precioso pero cansado puerto de montaña. Que bien lo pasamos.

Al día siguiente recogimos y fuimos al médico para que curaran a Cristina. Un 10 para la tarjeta sanitaria europea. Por 3€ te atienden, análisis y todo lo necesario. Antibioticos y pa´lante. El camino de ensueño, carretera por la rivera del río Soca y montañas cubiertas de arboles frondosos. Al final un puerto de montaña por una carretera construida por los prisioneros rusos hace 100 años, no quiero ni imaginarme el panorama en esa época. Pendientes del 14 % pero merecía la pena el esfuerzo.

Ahora estamos en el Camping Sobec, cerca de Bled. Cristina recuperada, los niños encantados con las bicicleta y el lago dentro del camping. Se nota que ha salido el sol

Os dejo que me están esperando los niños para el baño en sus gélidas aguas

To be continued...